Carla Suarez con el trofeo de campeona en Doha |
En el prólogo, la española fue incapaz de sacudirse el favoritismo. En un periquete, su enemiga le avasalló con una variedad asombrosa, capaz de conectar martillazos con dejadas geniales. Castigada por sus temblores, Suárez asumió que debía esperar a que pasara la tormenta Ostapenko.
Vaya por delante que la letona es una jugadora que dará guerra, muy meritorio su camino en Doha ya que ha acumulado victorias de nivel. Con todo, parecía directa al título en la segunda manga, pero la experiencia pesa en el tenis y Suárez ofreció una dosis de paciencia y fe impagable. Fue madurando el encuentro y se lo llevó a la tercera manga cuando parecía sentenciada, incluso ahí renació cuando la cosa estaba torcida. Ostapenko empezó el tercer set con break a favor, pero la canaria le dio la vuelta al guión y pasó del 0-2 en contra al 4-2. Con viento a favor, supo manejar la ventaja con maestría y le bastó con mover a su jovene oponente para acabar alzando los brazos. Carla Suárez, un ejemplo de trabajo y superación, ya está entre las mejores, entre las mejores de verdad.